
Recibí un mensajito con una duda que decía: ¿Qué puedo comer que me ayude a engordar solo las piernas, pero no el abdomen?
Hay mucha desinformación en le mundo del fitness, y no digo que yo sea una experta, disto mucho de serlo, pero creo que puedo ayudarte a entender cosas básicas para poder ver la comida y el ejercicio de forma distinta.
Así que, regresando a la pregunta, mi respuesta es, NO EXISTE un alimento o una dieta, ni si quiera una pastilla mágica que lo pueda hacer. Imagínate que increíble sería que existiera un licuado que te tomaras y subieras tallas de pompis (pero redonditas), ¡¡el inventor sería millonario!! Pero mientras esperamos y esperamos y esperamos una eternidad a que esto pase, mejor ponemos manos a la obra.
¿QUÉ ES LO QUE TE VA A AYUDAR A CONSEGUIR EL CUERPO QUE TÚ QUIERES?

Tomar responsabilidad
Estamos muy acostumbradas a ver algo en nuestro cuerpo y pensar: ¡no sé por qué me pasa esto!, o ¡no sé por qué subí de peso!, o ¡no sé por qué tengo granitos!, etcétera. Tu situación actual, sea la que sea, física, mental, espiritual, económica, etcétera, tiene que ver con esas decisiones que tomaste tiempo atrás. Es tu responsabilidad 100%. Así que lo primero que tienes que hacer es tomar consciencia y tomar 100% responsabilidad de tus resultados actuales y los de tu futuro.
Conocerlo, observarlo y escucharlo.
Tu cuerpo es mágico y llevas con él todo este tiempo, desde que naciste ha estado contigo. Lo malo es que no lo conocer lo suficiente. ¡Esta máquina perfecta te manda señales! Y te las manda cada vez que algo está mal y muchas veces las ignoramos por completo, las dejamos pasar porque creemos que son normales, pero en realidad no lo son, son sólo muy comunes. Pueden ser dolores de cabeza, constipación, inflamación, irritaciones, granitos, antojos, entre otros. Cada vez que te sientas algo raro, pregúntate qué comiste, o qué tomaste, cómo están tus hormonas, cómo está tu humor. Te recomiendo llevar tu diario de alimentos. Que te ayudará a escucharte y a tomar consciencia sobre ti misma. Hazlo todos los días durante 60 días por lo menos para que puedas identificar bien qué es aquello que no está funcionando para ti y qué sí. En este link puedes bajar un formatito que te va a ayudar.

Hacer ejercicio.
El ejercicio es súper liberador, ayuda a tu metabolismo, quema calorías (y grasita de más) y mantiene en buenas condiciones tu sistema musculoesquelético. Si quieres unas buenas pompis trabaja esas pompis, si quieres más brazo, trabaja esos brazos, si quieres más cuerpo, ¡trabaja ese cuerpo! No hay caminos rápidos, todo es consecuencia de disciplina y constancia.

Nutrirlo.
Piensa en la comida en términos de nutrición, no pienses en ella como algo que entra a tu cuerpo que engorda o que no engorda. Dale a tu cuerpo lo que necesita para trabajar adecuadamente, como proteínas de alta calidad, grasas de alta calidad, granos enteros, muchas vitaminas y muchos minerales (A.K.A.: verduras). Generalmente los postres y la comida rápida no te dan ninguna de esas cinco. Me atrevo a decir que TODA la comida engorda y TODA la comida no engorda. Cuida tus porciones, y te vuelvo a decir que escuches a tu cuerpo, si ya está satisfecho, si tienes sed o si solo es ansiedad. ¡Mastica!
Hacerlo descansar.
Cuando dormimos nuestro cuerpo es mucho más mágico, arranca procesos de reparación celular súper importantes y su mejor desempeño es cuando dormimos por lo menos 8hrs (de corrido y en la noche). Uno de los procesos mas padres es que liberamos hormona de crecimiento, esta hormona le ayuda a tus músculos a repararse, por ahí dicen que los músculos no se construyen en el gym, se construyen en la cama (durmiendo). Si rompiste fibras en tus músculos y nutriste bien tu cuerpo en la noche se reparará todo. Otro de los procesos increíbles es que te desinflamas y tus tejidos se relajan, seguramente lo sientes en los intestinos en la mañana. Dale descanso a tu cuerpo, si no lo haces lo estresas y te puede a dar hambre innecesaria. Liberas cortisol y esto no te ayuda a quemar grasa, entre otras cosas más.

Amarlo profundamente
Seguramente estás más acostumbrada a ver el cuerpo de las demás y compararte. No tiene nada de malo, siempre y cuando no se convierta en algo obsesivo. Podemos ver un cuerpo, tomarlo como referencia y admirarlo, no tiene nada de malo. Pero tienes que pensar que todas las mujeres somos perfectas, hay aspectos de tu físico que te hacen única e irrepetible, aprende a amar esas cosas que son tuyas y busca TU mejor versión, no busques ser como alguien más. Amar profundamente tu cuerpo es darle todo lo que necesita, como la nutrición correcta y el mantenimiento correcto, si no lo haces es porque algo dentro de ti está un poco desajustado, piensa qué es y sigue este camino de amor.